20 septiembre 2012

Cualquier, cualquiera, cualesquier, cualesquiera: ejercicios.


¿Sabes utilizar correctamente las formas cualquier, cualquieracualesquier y cualesquiera? Compruébalo. Publicaré las soluciones el jueves 20 de septiembre.
1. Este cementerio no es _______ cosa, pues las lápidas del fondo son de mármol rosa.
2. Dos puntos _______ de una recta la determinan por completo.
3. _______ de las partes podrá rescindir el contrato en caso de muerte.
4. Sofía y Gina no son dos actrices _______.
5. ¿Cuándo volveremos a tener paga extra? ¡_______ sabe!
6. ______ día vamos a tener un disgusto.
7. Millonario puede ser _______, todo es proponérselo.
8. —¿Qué ametralladora quieres? —Dame una _______.
9. Mire usted, ______ que sean sus motivos, sigo sin encontrar justificable que quiera instalar una torre petrolera en mi jardín.
10. Puede usted emplear medios pacíficos (o _______ otros medios que se le ocurran).

27 julio 2012

Puntuación para: Mr., Mrs. Ms. Dear Sir:

Las abreviaturas Mr., Mrs., Ms. se usan con punto. El saludo empieza siempre con Dear, incluso aunque no se conozca al destinatario: "Señor" se traduce entonces como Dear Sir


Esta fórmula va seguida, al igual en español, por dos puntos (Dear Sir:). -------


(Tomado de Inglés actual Fácil - Guía práctica, Edit. Larousse S.A. de C.V. México, Londres, 2002.

26 julio 2012

La traducción no perecedera es posible.




ENTREVISTA A CARLOS FORTEA, traductor
- “Me pregunto si los autores del boom leyeron a Faulkner en inglés o habían leído las traducciones que circulaban desde los años 30”.
- “Es intolerable retocar traducciones [hechas en América Latina]”
- “La crítica literaria se fija en los detalles para postergar lo que de verdad da valor a una traducción”
.................
La traducción sigue teniendo mucho de oficio invisible. Pocos trabajos tan importantes para la cultura de un país son, a la vez, tan poco reconocidos.
Los directores de todas las sedes del Instituto Cervantes celebran este año su reunión anual en Salamanca y la Facultad de Traducción de esa universidad celebra mañana jueves una mesa redonda con directores que son también traductores. “El papel de la traducción es también el papel del español”, dice la convocatoria oficial. En el coloquio participanVíctor Andresco (Milán), Helena Cortés-Gabaudán (Hamburgo), Luisa Fernanda Garrido (Ammán), Mª Dolores López Enamorado (Casablanca), Isabel Clara Lorda(Londres), Julio Martínez Mesanza (Tel Aviv) y Abel Murcia (Cracovia). Es decir, las voces -o algunas de ellas- en español de Dante, Hölderlin, Cees Nooteboom, Aleksandar Tisma o Wislawa Szymborska. Tendrá lugar a las 17 h. en el salón de actos de la Facultad de Traducción y Documentación (Plaza de Anaya). El moderador es el profesor y traductor Carlos Fortea (Madrid, 1963) y ese es el motivo de la entrevista que sigue, realizada por correo electrónico.
La relación entre traducción e historia de la literatura, el problema de los localismos españoles y americanos, el trato de los editores y el de la crítica literaria son algunos de los aspectos que aborda en sus respuesta el vicepresidente de la sección de traductores de la Asociación de Escritores de España (ACE Traductores), traductor de autores como Günter Grass, Stefan Zweig, Heinrich Heine o E.T.A. Hoffmann y autor él mismo de novelas como Impresión bajo sospecha y El diablo en Madrid.
PREGUNTA. "El papel de la traducción es también el papel del español". ¿Cree que no suele reconocerse ese papel?
RESPUESTA. Me temo que no. No siempre tenemos conciencia de que traducir es escribir en español, por una parte, y aportar elementos al español que en un momento dado el español no tiene, por otra. Leemos muy a menudo que los autores del boomlatinoamericano, entre los que tenemos ya dos premios Nobel, se inspiraron en las técnicas narrativas que habían descubierto en Faulkner. Yo siempre me pregunto si leyeron a Faulkner en inglés o habían leído las traducciones que circulaban desde los años 30, empezando por Las palmeras salvajes.
Hay además formas muy directas de incidencia en la difusión del español a través de la traducción que no son evidentes. Se lo ilustraré con una historia: hace diez años que los estudiantes de mi facultad traducen en prácticas la página web del Departamento de Información y Prensa de Naciones Unidas de Nueva York, y desde entonces la versión española de esa página es la más visitada después de la inglesa, a mucha distancia de las demás lenguas oficiales de la ONU. Si eso no es política del español, que venga Dios y lo vea.
YourcenarimagesCAPE8H6ZP. ¿Qué traducciones deberían incluirse en la historia de la literatura en español?
Esa es una pregunta de imposible respuesta, porque habría que hacer muchas matizaciones. A veces una traducción ha sido capital por su influencia y no por su calidad, y por tanto figura de pleno derecho en nuestra historia de la literatura. Otras lo ha sido por su calidad literaria propia. Prefiero citar alguna de mis favoritas. LasMemorias de Adriano de Yourcenar traducidas por Julio Cortázar, o la traducción de Francisco Ayala de Los cuadernos de Malte Laurids Brigge, de Rilke.
P. Los lectores latinoamericanos se quejan a veces de que las traducciones españolas contienen demasiados localismos y algunos editores retocan las traducciones americanas. ¿Es usted partidario de usar un español neutro o de adaptarlo al lector?
R. Yo creo que se trata de un debate viciado, paradójicamente, por un punto de vista localista. Cuando hablamos de lectores latinoamericanos, en realidad estamos hablando de los lectores de uno o dos países concretos. Nadie defiende la modalidad lingüística de Costa Rica, Bolivia o Perú, y la tienen. Yo me formé como lector leyendo a García Márquez, a Cortázar, a Fuentes, a Vargas Llosa. Nunca he sentido su español como ajeno, y tampoco lo siento como ajeno en las traducciones. Cuando escribo, lo hago en mi modalidad lingüística, que es la única que tengo y la única que no es falsa. ¿Qué es el español neutro? Mi español ni siquiera es el mismo que el que se habla en otros lugares de la península ibérica.
Otra cosa distinta es la política editorial, que es la que en realidad envenena el debate. Es intolerable retocar traducciones. Eso viola los derechos morales de los compañeros latinoamericanos, y ofende a su profesionalidad. La integridad de la obra literaria debe ser respetada, y además no causa ningún problema a ningún lector formado.
P. “Si en un texto de cien mil palabras se me han encontrado seis errores así, es más bien un indicio de calidad que su contrario”, decía usted en un artículo sobre la crítica de la traducción. ¿Cree que la crítica literaria se centra demasiado en lo accesorio?
R. La cita pertenece a mi colega Juan Gabriel López Guix, y concuerdo con ella al cien por cien. Creo, en efecto, que en muchas ocasiones la crítica se fija en el detalle para postergar lo que de verdad da valor a una traducción, que es su capacidad para funcionar como un texto autónomo en la lengua de llegada, sus valores literarios propios. Eso conduce a críticas descalificatorias que no tienen sentido de la justicia, por las razones mencionadas en la cita.
P. ¿Cuál cree que es el nivel de la crítica literaria española respecto a la traducción? ¿Qué críticos le parecen los más fiables al respecto?
R, Es que no es un problema de nivel, sino de concepto. Creo que no se aborda el libro como obra integral, sino como una tarea artesanal, y por eso se buscan constantemente las impurezas, los trompicones. No es una cuestión de nombres propios.
P. ¿Por qué la mayoría de los editores no pone el nombre de los traductores en la cubierta de los libros?
R. Esa es una excelente pregunta. Puesto que ningún editor admite despreciar la importancia de la tarea del traductor, no hay una explicación racional plausible. El nombre del traductor reconoce su autoría del texto traducido, informa al lector y le da elementos de juicio a la hora de hacer su compra, y respeta nuestros derechos morales. Es un misterio que a los editores les parezca tan difícil hacer algo tan sencillo y tan de justicia.
P. La pregunta de siempre a los traductores: ¿cada cuánto hay que volver a traducir un clásico?
R. La respuesta es un poco intangible… Cada vez que se siente que su traducción ha envejecido, que ya no forma parte de la literatura española viva. Obviamente esto es muy subjetivo. Nuestros productos, la mayoría de nuestros productos, caducan con el paso de los años. La existencia de excepciones revela que la traducción no perecedera es posible, que hay libros traducidos que pasan a formar parte de la biblioteca del español, por esas virtudes propias de las que hablábamos al hablar de la crítica.
GatoMurruntitledP. ¿Qué libro de los que ha traducido le ha gustado más como lector?
R. Opiniones del gato Murr, de E.T.A. Hoffmann. No recuerdo haber disfrutado tanto en mi vida.
P. ¿Qué está traduciendo ahora?
R. El tercer volumen de la tetralogía Noviembre de 1918 de Alfred Döblin, probablemente su obra más importante después de Berlín Alexanderplatz. Si no la he mencionado en la pregunta anterior ha sido por puro pudor. No había disfrutado tanto desde que traduje Opiniones del gato Murr.
P. ¿Qué libro le gustaría traducir?
R. Qué difícil… me arrepentiría de haber dado el título diez minutos después de haberlo dado.
P. ¿Y haber traducido?
R. Eso sí que lo sé. Los Buddenbrook, de Thomas Mann. Envidiaré a mi amiga Isabel García Adánez el resto de mi vida.
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Imagen: ilustración de Max para Babelia (17/3/2012)

25 julio 2012

Tal es así y tan es así


Tal es así y tan es así son expresiones del habla popular, pero no aceptadas en la norma. Sin embargo, parece que se van abriendo paso en los medios de comunicación. No es raro encontrar oraciones como las siguientes:
(1a) Los nuevos recortes han provocado duras críticas. Tal es así que la oposición ha abandonado el salón de plenos del ayuntamiento cuando se han tratado estos asuntos
(2a) Todo parece indicar que Obama lleva la delantera en esta lucha. Tan es asíque se espera que venza en los nueve estados capaces de inclinar la balanza electoral.
La forma probablemente más natural hoy día de expresar esto mismo de manera correcta es utilizar la expresión hasta tal punto es así:
(1b) Los nuevos recortes han provocado duras críticas. Hasta tal punto es asíque la oposición ha abandonado el salón de plenos del ayuntamiento cuando se han tratado estos asuntos.
(2b) Todo parece indicar que Obama lleva la delantera en esta lucha. Hasta tal punto es así que se espera que venza en los nueve estados capaces de inclinar la balanza electoral.
Hay otra posibilidad que es impecable y propia de los registros más cultos, pero precisamente por eso —me temo— poco usada: tanto es así.
(1c) Los nuevos recortes han provocado duras críticas. Tanto es así que la oposición ha abandonado el salón de plenos del ayuntamiento cuando se han tratado estos asuntos.
(2c) Todo parece indicar que Obama lleva la delantera en esta lucha. Tanto es así que se espera que venza en los nueve estados capaces de inclinar la balanza electoral.
Tampoco está de más indicar que no se puede poner una como entre así y que.Tendemos a hacer una pausa entre esas dos palabras en la pronunciación, pero es que las comas no dan indicaciones sobre las pausas de la lengua oral, sino que proporcionan pistas sobre la estructura sintáctica de las oraciones. De acuerdo con las reglas de puntuación del español, utilizar una coma en esa posición es una falta de ortografía.
Cualquiera de las dos posibilidades propuestas arriba te sirve para hablar o escribir correctamente. Según tus gustos o el estilo del texto que estés construyendo, te puedes inclinar por hasta tal punto es así o tanto es así. Las que debes evitar son las que dan título a la entrada porque dan muestras de una insuficiente formación lingüística.

11 junio 2012

¿’Haya’ o ‘halla’?



Son muchos quienes dudan a la hora de escribir dos formas verbales diferentes: haya y halla. No hay necesidad. Lo vamos a ver enseguida.
La primera pertenece al verbo haber. Es, con diferencia, la más frecuente y, por tanto, la que más interesa solucionar. Lo bueno es que hay un sencillo truco que nos sirve para despachar el problema:
Truco: Haya con i griega se sustituye por pueda haber:
Lo podemos comprobar con este par de ejemplos, donde nos viene como anillo al dedo:
(1a) El Vaticano descarta que haya un cardenal implicado en el escándalo de las filtraciones [Europa Press (España), acceso: 10-6-2012]
(1b) El Vaticano descarta que pueda haber un cardenal implicado en el escándalo de las filtraciones
De lo que se trata es de que encaje, aunque a veces quede un pelín rebuscado (2a,b) o puedan cambiar matices del sentido (3a,b):
(2a) Tal vez haya habido miedo a perder [El Litoral (Argentina), acceso: 10-6-2012]
(2b) Tal vez pueda haber habido miedo a perder
(3a) Carlos Fabra ve una “barbaridad” que no se haya resuelto su causa [Europa Press (España), acceso: 10-6-2012]
(3b) Carlos Fabra ve una “barbaridad” que no se pueda haber resuelto su causa
Podemos quedarnos con esta fórmula como ayuda para la memoria:
Donde pueda haber,
haya i griega
O sea, que donde encaje pueda haber, el haya de marras será con i griega.
El otro caso lo tienes solucionado por eliminación. Halla con elle es del verbohallar, que es un sinónimo de encontrar. Si aplicamos el truco anterior, solo nos salen disparates:
(5a) Halla muerto a su hermano en Saltillo [Vanguardia (México), acceso: 11-6-2012]
(5b) Pueda haber muerto a su hermano en Saltillo
Pues ya está: solo puede ser con elle.
Mucho menos acuciante es el problema del árbol llamado haya, pero tampoco está de más dejarlo solucionado. Para esto se me ocurre una sencilla mnemotecnia:
Bosque con hayas, bosque sin elles
La confusión ortográfica entre haya y halla viene porque en la mayor parte del ámbito hispanohablante la pronunciación de las grafías ll e y ha confluido. Es un fenómeno que se conoce como yeísmo y que ya está integrado en la norma del español. Es igualmente correcto distinguir la pronunciación de una y otra o no hacerlo. No es una opción personal, tiene que ver simplemente con dónde hemos aprendido a hablar.
Si me he decidido a escribir este artículo es porque las explicaciones que circulan en manuales de ortografía y en Internet no me satisfacen. Proporcionan muchos datos de todo tipo, pero no hay forma de que permitan a alguien decidir rápidamente cuál es la grafía correcta. Por eso me interesaba encontrar una fórmula operativa.
Lo importante es que haya un truco. O que lo pueda haber.

09 junio 2012

Ejercicios de acentuación ni fáciles ni difíciles: soluciones


 acentuación ni fáciles ni difíciles: soluciones 

Estas son las soluciones a los ejercicios de acentuación ni fáciles ni difíciles.
a) Viu-do: dos sílabas; in-clui-do: tres sílabas; des-va-í-do: cuatro sílabas. Recuerda que una cosa es la separación ortográfica de sílabas y otra, la que de hecho hacemos en la pronunciación. Si te dejas guiar por esta última en lugar de por las reglas, fallarás a la hora de colocar la tilde.
b) 1. No, la posición es incorrecta. Se debería haber escrito cuántos porque la tilde se debe colocar sobre la vocal abierta en diptongos que constan de una vocal abierta y una vocal cerrada.
2. También es incorrecta. La razón es la misma que en el caso anterior. La grafía correcta es digáis.
3. Ti no se acentúa, nunca se ha acentuado y si algún día se llega a acentuar será por encima de mi cadáver. Ni que decir tiene que esta en esta carta tampoco se acentúa.
4. Los pronombres demostrativos se acentuaron en tiempos. Ya no. Debemos escribir simplemente esta es para tu hermano.
5. Fe es un monosílabo y los monosílabos no se acentúan.
6. Hubo en tiempos una regla de tilde diacrítica para diferenciar entre solo adjetivo y solo adverbio. Pasó a la historia. Solo ya no se acentúa. Si acaso te parece que la interpretación puede resultar dudosa, lo que tienes que hacer es modificar la redacción.
7. Lo mismo que en la oración anterior.
8. Arterias es una palabra llana terminada en -s y, por lo tanto, no se tilda. En la última sílaba hay un diptongo como la copa de un pino, por lo que nunca puede ser esdrújula. Los excesos en el consumo de mortadela no son recomendables.
9. Décimo se acentúa cuando se escribe independientemente, pero no cuando aparece como primer elemento de un compuesto. Recuerda que la acentuación de las palabras puede modificarse cuando se fusionan gráficamente unas con otras. Quedar en el puesto once de diez es una hazaña en sí.
10. Esta es la única oración que está correctamente acentuada de toda la serie. Ven se escribe sin tilde por ser palabra monosílaba, pero cuando se le añade el prefijo pre-, lo que tenemos es una palabra bisílaba, aguda y terminada en -n que no hay más remedio que acentuar. La acentuación de las palabras puede variar cuando se añaden prefijos o sufijos.
11. Esta acentuación es completamente incorrecta. Sino es una palabra llana que no se acentúa por terminar en vocal. Cada vez son más las personas que utilizan esta acentuación incorrecta porque no comprenden la diferencia entre sino y si no.
12. Así se acentúa cuando se escribe separado, pero no cuando se fusiona con mismo. No estaría de más que repasaras la diferencia entre asimismo, así mismo y a sí mismo.
14. ¿Desde cuándo se ha acentuado la conjunción o cuando va escrita entre dos palabras? Un poco más disculpable sería el error de la oración siguiente (pero tampoco mucho).
15. La conjunción o se acentuaba antiguamente cuando se escribía entre cifras. Ya no se acentúa nunca. No creo que nadie se trague 304 galletas por eso.
c) Luis no se acentúa porque es un monosílabo. Recuerda que la unión de dos vocales cerradas diferentes forma un diptongo. Ruiz está escrito correctamente. La explicación es la misma. Los nombres propios se acentúan (o no) siguiendo las reglas generales.
d) Los adverbios terminados en -mente tienen su propia regla de acentuación. Mantienen simplemente la que tuviera el adjetivo sobre el que están formados.
e) Incluido no se tilda porque es una palabra llana terminada en vocal. La separación silábica a efectos ortográficos es in-clui-do, como hemos visto arriba (otra cosa es cómo pronunciemos eso). La unión de dos vocales cerradas diferentes es siempre un diptongo ortográfico.
f) 1. Tuvo una intoxicación de flúor y vio un búho tocando el laúd
Flúor contiene un hiato porque el acento prosódico recae sobre la vocal cerrada. Lo mismo ocurre con búho y laúd. La hache es indiferente a efectos de acentuación. Por eso búho se comporta igual que las otras dos palabras. Si acaso se te ha ocurrido acentuar vio, deberías repasar las reglas de acentuación de los monosílabos y las de los diptongosIntoxicación es simplemente una palabra aguda terminada en -n. La separación silábica es in-to-xi-ca-ción, flú-or, vio, bú-ho y la-úd.
2. Peláez me ha enviado un espeleólogo ateo por correo aéreo
Peláez es palabra llana acabada en -z. Recuerda que una secuencia formada por dos vocales abiertas diferentes es un hiato: Pe-lá-ez. Espeleólogo es palabra esdrújula y todas las esdrújulas se acentúan. La separación silábica es es-pe-le-ó-lo-go. Fíjate en que nuevamente tenemos un hiato. Ateo y correo, lógicamente, no se acentúan, no se pedía en el ejercicio, pero no está de más indicar aquí la separación silábica: a-te-o, co-rre-o. Aéreo, en cambio, sí se acentúa. Es una palabra esdrújula y tetrasílaba que contiene dos hiatos: a-é-re-o.
3. “¡Rediez! ¡Léalo de una vez!”, dijo indignado el cuáquero al jesuita en una pausa del partido de béisbol
Léalo es palabra esdrújula: lé-a-lo. Está formada sobre el imperativo lea (del verbo leer), al que se le ha agregado un pronombre átono. Este añade una sílaba a la palabra original y modifica su acentuación. Cuáquero es palabra esdrújula: cuá-que-ro. Si has acentuado jesuita, quiere decir que confundes la acentuación de los diptongos y laacentuación de los hiatos. Ortográficamente, esta palabra tiene solo tres sílabas: je-sui-ta. Béisbol es palabra grave terminada en -l: béis-bol.
4. Tenga este bastoncillo y métasemelo en el oído levantándose la oreja entre pulgar e índice; pero tenga cuidado, no se me atraviese el tímpano
Métasemelo es una palabra sobresdrújula. Como es bien sabido, estas se acentúan siempre. Está formada sobre el imperativo meta, al que se le han añadido tres pronombres átonos que han modificado su acentuación ortográfica: mé-ta-se-me-lo. Oído es palabra llana terminada en vocal, pero excepcionalmente se acentúa porque el acento recae sobre la vocal cerrada en una secuencia de vocal abierta y vocal cerrada. Tenemos, por tanto, un hiato: o-í-do. Levantándose es una palabra esdrújula por obra y gracia del pronombre átono se: le-van-tán-do-se. Índice y tímpano son palabras esdrújulas sin mayores complicaciones: ín-di-ce, tím-pa-no.

06 junio 2012

How Translators Vault Over Culture Gaps




Years ago, the novelist and linguist Ursule Molinaro and I were discussing her work translating Hermann Hesse's "Narcissus und Goldmund," a book whose German edition she'd been lugging back and forth from her home to the cafe where she worked for almost a year. Her dry-cleaner, unable to contain his curiosity, finally asked her why she was saddled with the heavy volume. "I'm translating it," explained Molinaro. "Every word?" the dry-cleaner asked, eyes widening in disbelief.
Not really every word. All nine novels I've translated from the French are much shorter in English. Our language relies mostly on syntax, or word order, to create meaning and uses a lot of one-syllable action verbs. French is full of prepositions and word endings because of its syntactical nature. Its utterances are longer but often more precise.
Consider this seven-word sentence from Philippe Sollers's postmodern novel "Drame":"C'est de là qu'il lui faut partir." I translated it simply as, "That's his starting point." In that same translation, I used a great many convenient compound words, a construction mostly forbidden in French. Can anyone explain the grammatical relationship between the two nouns crammed together to form the compound noun "stun gun"? That relationship is clarified in French, using a noun and an adjective, but at greater length:pistolet paralysant.
No translation is a word-by-word inventory, as my friend's dry-cleaner had imagined. To do it well you must also be an illusionist. You make the text disappear into thin air like a magician's dove that reappears in a completely different place, partly refashioned by your own sensibility. This is the dirty little secret of all vital, appealing translations.
Sometimes we inject our own views because the values a text portrays seem unreal in our own culture. We find ourselves face to face with the fact that a three-hour Parisian workday lunch must be portrayed as humdrum and normal. What to do? You forge ahead and hope that a majority of readers are familiar enough with the culture not to think something very ordinary is terribly surreal.
Making the text disappear, like a dove in a magic act, and return in a different place.
At other times, there's nothing to do but confer with author and editor to find a radically new solution. This happened several times during my translation of the novel "Delicacy" by David Foenkinos. In the French version, a major character recovers his resolve while watching the French presidential candidate Ségolène Royal on television. When Americans come to that part of the novel, they'll find Barack Obama instead.
Cultural differences can come out most blatantly in that linguistic challenge considered the bane of translation, the pun. I had to craft a host of imperfect solutions for Grégoire Bouillier's pun-ridden comic memoir "Report on Myself." In it, he sullies the name of his girlfriend, Laurence, by pointing out that it sounds like l'eau rance (rancid water), so I translated this as best I could with the term "low rinse." When Bouillier rejected that same girlfriend's flirtatious, "Tu me plais" (I'm attracted to you) by awkwardly punning back, "De quelle plaie parlez-vous?" (What wound are you talking about?), I settled on, "You appeal to me," followed by the equally obnoxious answer, "Who's peeling, Miss?"
And what about the prickly question of the title? Cultural norms and marketing usually take precedence over fidelity to the original language. My most amusing experience in this domain involved the title of Virginie Despentes's punk-feminist novel, "Baise-Moi," whose literal translation cannot appear in this paper. The editors eventually decided on "Rape Me," justifying this by the fact that it's also the title of a punkish song by Nirvana.
All well and good, I suppose. The best of translations pass for genuine—without being quite the real thing.
—Mr. Benderson is an American novelist, essayist and translator.
A version of this article appeared May 26, 2012, on page C18 in the U.S. edition of The Wall Street Journal, with the headline: How Translators Vault Over Culture Gaps.