06 junio 2012

How Translators Vault Over Culture Gaps




Years ago, the novelist and linguist Ursule Molinaro and I were discussing her work translating Hermann Hesse's "Narcissus und Goldmund," a book whose German edition she'd been lugging back and forth from her home to the cafe where she worked for almost a year. Her dry-cleaner, unable to contain his curiosity, finally asked her why she was saddled with the heavy volume. "I'm translating it," explained Molinaro. "Every word?" the dry-cleaner asked, eyes widening in disbelief.
Not really every word. All nine novels I've translated from the French are much shorter in English. Our language relies mostly on syntax, or word order, to create meaning and uses a lot of one-syllable action verbs. French is full of prepositions and word endings because of its syntactical nature. Its utterances are longer but often more precise.
Consider this seven-word sentence from Philippe Sollers's postmodern novel "Drame":"C'est de là qu'il lui faut partir." I translated it simply as, "That's his starting point." In that same translation, I used a great many convenient compound words, a construction mostly forbidden in French. Can anyone explain the grammatical relationship between the two nouns crammed together to form the compound noun "stun gun"? That relationship is clarified in French, using a noun and an adjective, but at greater length:pistolet paralysant.
No translation is a word-by-word inventory, as my friend's dry-cleaner had imagined. To do it well you must also be an illusionist. You make the text disappear into thin air like a magician's dove that reappears in a completely different place, partly refashioned by your own sensibility. This is the dirty little secret of all vital, appealing translations.
Sometimes we inject our own views because the values a text portrays seem unreal in our own culture. We find ourselves face to face with the fact that a three-hour Parisian workday lunch must be portrayed as humdrum and normal. What to do? You forge ahead and hope that a majority of readers are familiar enough with the culture not to think something very ordinary is terribly surreal.
Making the text disappear, like a dove in a magic act, and return in a different place.
At other times, there's nothing to do but confer with author and editor to find a radically new solution. This happened several times during my translation of the novel "Delicacy" by David Foenkinos. In the French version, a major character recovers his resolve while watching the French presidential candidate Ségolène Royal on television. When Americans come to that part of the novel, they'll find Barack Obama instead.
Cultural differences can come out most blatantly in that linguistic challenge considered the bane of translation, the pun. I had to craft a host of imperfect solutions for Grégoire Bouillier's pun-ridden comic memoir "Report on Myself." In it, he sullies the name of his girlfriend, Laurence, by pointing out that it sounds like l'eau rance (rancid water), so I translated this as best I could with the term "low rinse." When Bouillier rejected that same girlfriend's flirtatious, "Tu me plais" (I'm attracted to you) by awkwardly punning back, "De quelle plaie parlez-vous?" (What wound are you talking about?), I settled on, "You appeal to me," followed by the equally obnoxious answer, "Who's peeling, Miss?"
And what about the prickly question of the title? Cultural norms and marketing usually take precedence over fidelity to the original language. My most amusing experience in this domain involved the title of Virginie Despentes's punk-feminist novel, "Baise-Moi," whose literal translation cannot appear in this paper. The editors eventually decided on "Rape Me," justifying this by the fact that it's also the title of a punkish song by Nirvana.
All well and good, I suppose. The best of translations pass for genuine—without being quite the real thing.
—Mr. Benderson is an American novelist, essayist and translator.
A version of this article appeared May 26, 2012, on page C18 in the U.S. edition of The Wall Street Journal, with the headline: How Translators Vault Over Culture Gaps.

05 junio 2012

Ambos


Ambos, ambas significa ‘los dos, uno y otro’. Puede funcionar como adjetivo (1), es decir, acompañando a un nombre, o como pronombre (2), o sea, independientemente, sin modificar el significado de otra palabra:
(1) La ONU denuncia crímenes de ambos bandos en la guerra civil siria [El País (España), acceso: 4-6-2012]
(2) El empate era esperado, nos beneficiaba a ambos [Marca (España), acceso: 4-6-2012]
Lógicamente, por su significado, solo se utiliza en plural.
En castellano antiguo se utilizaban expresiones como ambos dos (3) y ambos a dos (4):
(3) [Becerra] juntó con más union la pintura con la escultura que otros muchos pintores que usaron deambas dos artes [Jusepe Martínez: Discursos practicables del nobilísimo arte de la pintura, c. 1673, tomado de CORDE]
(4) Y entonces abraçáronse ambos a dos por el cuello e besáronse y dexóle ir [Anónimo: Los siete sabios de Roma, 1530, tomado de CORDE]
Hoy ya no hablamos así. Estas construcciones se interpretan como muestras de un estilo descuidado y además sonredundantes, pues si ambos lleva dentro la idea de ‘dos’ no hay necesidad de reforzarlo a continuación con el numeral. O sea, la oración (5) se debe convertir en lo que tenemos en (6):
(5) Ambos dos llamaron al presidente para intentar encontrar una solución
(6) Ambos llamaron al presidente para intentar encontrar una solución
Tampoco se debe emplear ambos, ambas precedido por el artículo (los ambos, las ambas) o por cualquier otro determinante (estos ambos, tus ambos, etc.):
(7) Esta tierra reúne lo mejor de los ambos mundos
Basta con que pensemos en lo que significa ambos para llegar a tres soluciones correctas:
(8) Esta tierra reúne lo mejor de los dos mundos
(9) Esta tierra reúne lo mejor de ambos mundos
(10) Esta tierra reúne lo mejor de uno y otro mundo
También debemos evitar su uso en construcciones partitivas como uno de ambos, ninguno de ambos, cualquiera de ambos, etc.:
(11) Son noventa minutos mágicos tras los cuales uno de ambos levantará el trofeo
Aquí se impone, simplemente, de los dos:
(12) Son noventa minutos mágicos tras los cuales uno de los dos levantará el trofeo
Por último, no hay que confundirlo con sendos, que tiene valor distributivo.

01 junio 2012

¿Qué son los antónimos?




Dos palabras son antónimas cuando tienen significados opuestos, como ocurre, por ejemplo, con caliente y frío, abierto y cerrado, día y noche.
La antonimia es una relación semántica, igual que lo son la sinonimia, la hiperonimia, la hiponimia, la meronimia y la holonimia.
El concepto de antonimia, intuitivamente, resulta fácil de aprehender. De hecho, los niños muy pronto aprenden a identificar este tipo de relaciones, lo que indica que constituyen una parte básica de nuestra capacidad para entender el mundo. Sin embargo, la noción de antonimia se revela más compleja de lo que inicialmente parecía en cuanto la examinamos con un cierto detalle. Es fácil darse cuenta de que no todos los antónimos mantienen entre sí el mismo tipo de relación. No es igual la oposición que se da entre vivo y muerto, gordo y flaco, amo y esclavo. Por eso se suelen distinguir tres tipos de antónimos:
a) Antónimos complementarios o binarios: Son aquellos que mantienen una relación tal que lo uno excluye lo otro: o es lo uno o es lo otro, pero no hay término medio. Un ejemplo clásico es muerto y vivo: o estoy muerto o estoy vivo, pero no hay nada entre medias. Un ejemplo que los estudiantes experimentan en sus propias carnes es el de aprobar o suspender: o consigues lo uno o te pasa lo otro, pero no te puedes quedar en medio. Otros ejemplos son par e impar, abierto y cerrado, encendido y apagado.
b) Antónimos graduales: Son los que ocupan los extremos de un continuo en el que se pueden identificar diferentes grados. Esto es lo que ocurre con gordo y flaco. Uno puede ser más gordo o menos gordo, puede ser más bien flaco o bastante flaco o tirando a flaco. Podemos coger a cien personas y ordenarlas de más gorda a más flaca (o al revés), pero, como es característico de las nociones graduales, habrá una zona intermedia, indeterminada, en la que no sabremos decir si alguien es gordo o es flaco. Otros pares de este tipo son alto y bajo, claro y oscuro, caliente y frío, odiar y amar.
c) Antónimos inversos o direccionales: Son los que implican pares que no pueden existir el uno sin el otro y que equivalen a perspectivas opuestas dentro de una misma relación. Por ejemplo, la noción de esclavo solo tiene sentido en relación con la de amo o la de padre, en relación con la de hijo. Este tercer grupo es el más problemático y constituye, en realidad, un cajón de sastre en el que se acumulan pares muy diversos. A los anteriores podemos añadirles dar y recibir, atar y desatar, entrar y salir, etc.
Aunque la antonimia es una relación que se establece entre pares de palabras, eso no quiere decir que sea una relación exclusiva entre dos palabras. Es cierto que pequeño es antónimo de grande, pero eso no significa que sea el antónimo de grande, pues este adjetivo puede tener y de hecho tiene otros antónimos como chico o menudo.
No es frecuente, pero puede darse el caso de que una palabra sea antónima de sí misma. Esto es lo que ocurre conpalabras que contienen significados contrarios, como alquilar, que acumula en su interior dos antónimos inversos: ‘dar en alquiler’ (lo que hace el dueño) y ‘tomar en alquiler’ (lo que hace el inquilino o arrendatario).

30 mayo 2012




LinkedIn Groups

  • Group: International Association of Professional Translators and Interpreters (IAPTI)
"Hi, Great news which can let us hope that things may change. The Spanish authorities have arrested the two managers of a translation agency who didn't par its translators. Moreover, they used to impersonate some real colleagues in order to get the jobs. Currently, the financial damage is estimated at approx. Euro 20,000, but the investigation is still ongoing. The article below is in Spanish: http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20120530/54301012551/detienen-en-barcelona-a-los-responsables-de-una-empresa-por-estafar-a-traductores.html Have a great time (whatever it is) Catherine"

28 mayo 2012

Mayúsculas en nombres de leyes y otras normas jurídicas



Como norma general, se escriben con mayúscula inicial todas las palabras significativas que aparecen en el nombre de leyes, tratados internacionales, decretos, fueros, estatutos y otras disposiciones legales, por ejemplo:
(1) Ley Orgánica de Universidades
(2) Tratado de la Unión Europea
(3) Declaración Internacional de Derechos Humanos
(4) Convención sobre los Derechos del Niño
(5) Fuero General de Navarra
(6) Estatuto Básico del Empleado Público
(7) Código Civil
Se mantiene la mayúscula en menciones abreviadas:
(8) Según dispone el Real Decreto 1594/2011, será necesario…
(9) Todas estas medidas se recogen en la Ley 15/2001 de 14 de diciembre
Si el nombre es muy largo, solo lleva mayúscula la primera palabra. Se utiliza entonces la cursiva para dejar claro hasta dónde llega el nombre:
(10) Un ejemplo de este tipo de legislación lo constituye la Ley 1/2012, de 29 de febrero, de medidas temporales en determinadas materias del empleo público de la Comunidad Autónoma de Galicia
Se emplea la minúscula, en cambio, cuando se menciona la ley o norma con un nombre aproximado o coloquial que, en cualquier caso, no es el oficial:
(11) Nos van a cambiar otra vez la ley de universidades
(12) El ministro no quiere discutir el real decreto de recortes en educación
(13) La ley Corcuera trajo cola en su día
También es obligatoria la minúscula cuando sustantivos como ley, decreto, reglamento, etc. se utilizan simplemente como nombres comunes, incluso cuando se refieren a una ley o norma determinada, como en este ejemplo:
(14) Las infracciones a que se refiere la presente ley prescribirán a los tres años
En definitiva, lo normal es la mayúscula inicial en todas las palabras de la denominación, excepto cuando esta es muy larga o cuando no estamos utilizando el nombre oficial.

Conjugación del verbo "abolir"




Abolir significa derogar o eliminar una ley o un uso, especialmente cuando se considera injusto. Es un verbo que tradicionalmente se ha considerado defectivo. Esto quiere decir, ni más ni menos, que solo se utiliza en algunas de sus formas.
La defectividad que presenta es, cuando menos, curiosa. Para la mayoría de los hablantes solo existen las formas con i, o sea, podrán decir Hay que abolir la injusticia de este mundo o La esclavitud se abolió en en el siglo XIX; pero nunca les saldría algo así como ¡Ojalá la abolan! Probablemente no son ni siquiera conscientes de ello, pero su conjugación mental tiene huecos: les faltan formas como abolo, aboles y abolamos, que automáticamente sustituyen por otras del mismo verbo pero con i (¡Ojalá la abolieran!) o por otros verbos diferentes (¡Ojalá desaparezca!).
Para otros hablantes, en cambio, abolir es un verbo como cualquier otro. Lo conjugan en todas sus formas y no tienen el menor inconveniente en decir Connecticut abole la pena de muerte.
La norma académica hoy ya considera correctos ambos usos. Por ese lado pueden respirar tranquilos tanto los partidarios de abolir como quienes, de hecho, abolen.

22 mayo 2012

English verb conjugation





Verb conjugations follow distinct patterns in English whether the conjugation occurs in the present, past or future. Learning these verb conjugation patterns can help understand the logical of tenses in English. Another helpful way of learning tense conjugation in English is to use visual tense charts. You can find resources for each of the major tenses in English to find detailed explanations, as well as quizzes and lesson plans focusing on the specific tense.

17 mayo 2012

Nombres de países, con mayúscula



Los nombres de países se escriben con mayúscula: Perú, Canadá, Irlanda, Francia, Marruecos, Filipinas, España. Ya está, no hay más problema.
Lo único que puede dar lugar a duda es el caso en que se antepone al nombre del país una denominación comorepública, reino, etc., ya sea por tratarse de uno de sus nombres corrientes (República Checa, República Dominicana, Reino Unido), ya sea porque se desee utilizar el nombre oficial por el motivo que sea: República Argentina, Reino de España, República Federal de Alemania, Estados Unidos Mexicanos, Confederación Suiza, Gran Ducado de Luxemburgo, Principado de Andorra.
Como los ejemplos anteriores y la lógica nos indican, en este caso se escriben también todas las palabras significativas con mayúscula inicial.